Ensayo del principito:
Todos tuvimos infancia, todos
pasamos por la etapa donde éramos completamente inocentes, llenos de
imaginación; empleada en juegos y diversión, con preguntas que muchas veces los
adultos no supieron respondernos, con una mente tan abierta y un corazón tan bondadoso
sin maldad alguna.
Entonces ¿Por qué ahora somos
así? ; Inseguros, sin imaginación, con preguntas sin responder por miedo a que
se burlen de nosotros.
Paso a paso en el que vamos
creciendo y nos vamos convirtiendo en personas adultas nos encontramos con
obstáculos que impiden el seguir teniendo un corazón de niño, y nos hacen unas
personas más analíticas, incrédulas y con intereses vanos y sin sentido. Llenos
de miles de ocupaciones que nos orilla a hacer
a un lado el contemplar la hermosura de la naturaleza y lo grandiosa que
es nuestra creación, no nos damos tiempo ni para nosotros mismos; dándonos como
resultado riñas, peleas, estrés y poca atención a los intereses de los niños
“nos olvidamos que un día lo fuimos” y orillamos a las nuevas generaciones a
dejar a un lado sus sueños y talentos, que se entierran por los paradigmas que
la sociedad se crea por lo que se vive en la actualidad. Se les impide “imaginar,
innovar, recrear y renovar”
Como en dicho cuento, muchas
veces nos trasladamos a otro planeta “aun estando en el mismo”, es decir, del
planeta de los sueños e ilusiones, nos trasportamos al de los adultos llenos de
cuentas exactas, números extensos, orgullo y vanidad. Donde no importa si tu
alma y ser es cultivada por lo profundo de la naturaleza y la imaginación,
mientras lo superficial es elegante y refleja al exterior una imagen costosa,
todo está bien.
El cuento nos narra la
experiencia de un adulto que jamás entendió el comportamiento de sus
contemporáneos, decidiendo abandonar su talento como “pintor”, viajando en su
avión para explorar el mundo.
Él se encuentra con un niño que
descendió de otro planeta mientras el aviador se encontraba perdido en el
desierto del Sahara; en el transcurso de los momentos en los cuales estaban
juntos, e aviador fue descubriendo que el niño que era el “principito”, era el
único que había entendido el dibujo que el un día realizo en su niñez, creando
entre ellos un lazo de amistad; el principito le pide que le dibuje un cordero
para llevárselo a su planeta, que por cierto era un lugar muy pequeño.
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